Una madre de Santo Domingo ha denunciado públicamente la agresión que sufrió su hija de dos años en una guardería, una semana sin recibir respuestas claras.
Según su testimonio, la menor fue entregada en buen estado y al recogerla descubrió que tenía 17 mordeduras y cuatro hematomas en el cuerpo, entre ellos en la cara, las manos y las costillas.
El personal de la guardería informó de que una niña de tres años fue la causante de las lesiones, una explicación que la madre considera inverosímil por la gravedad de los daños.
Además, expresó su frustración por la falta de acceso a las grabaciones de las cámaras de seguridad, imprescindibles para esclarecer el incidente.
La madre relata también que, según los profesores, su hija se quedó sola en el baño durante media hora, tiempo en el que aparentemente no oyeron ningún llanto, lo que abre interrogantes sobre un posible descuido.
«No descansaré hasta que el responsable pague». «Esto no puede quedar así», afirmó, insistiendo en que hay que hacer justicia para evitar que otros niños vivan experiencias similares. La Fiscalía, por su parte, aún no ha obtenido las grabaciones, mientras la investigación sigue en curso.
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