Durante el velorio de Elvin Lugo Pérez Arias, alias «El Boti», de 22 años, asesinado por la Policía Nacional durante un operativo en Baní, su padre hizo declaraciones que generaron debate.
Lugo era buscado por su presunta participación en el ataque que resultó en la muerte del sargento Eddy Calcaño Castillo. Fue localizado en una casa del sector La Javilla, donde ocurrió el enfrentamiento en el que perdió la vida.
Durante el velorio, el padre del joven expresó su indignación, asegurando que se encontraban organizando su entrega a las autoridades. «No tenían derecho a quitarle la vida si sabían que se iba a entregar. Un preso puede cambiar, pero un muerto no tiene remedio», afirmó visiblemente afectado.
Por su parte, vecinos de la zona y familiares ofrecieron versiones contradictorias. Algunos señalaron que Lugo tenía antecedentes penales vinculados a robos y hurtos, justificando la respuesta de la Policía Nacional. “Era un delincuente, era su deber como policía actuar”, dijo un residente, al tiempo que admitió que la intensidad del operativo fue inesperada.
Según las investigaciones, Lugo era el conductor de la motocicleta utilizada en el robo que acabó con la vida del sargento Calcaño.
Mientras tanto, las autoridades continúan la búsqueda de Henry Féliz, alias «Mantequilla», identificado como el tirador que mató al agente. La policía intensificó los operativos en Baní e instó al prófugo a entregarse a la justicia.
Los restos de «El Boti» serán enterrados este martes en Baní, en un ambiente de dolor y polémica entre familiares y la comunidad. El caso pone de relieve la tensión entre el clamor por justicia y las acusaciones de uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades.