El menor presentaba múltiples signos de maltrato y su caso está bajo investigación.
Carlos Daniel Díaz Peña, un niño de 2 años, falleció el viernes pasado mientras se encontraba al cuidado de su madrastra en el municipio de Los Alcarrizos, Santo Domingo, según informaron las autoridades. El caso conmocionó a la comunidad y provocó llamadas de vecinos y familiares solicitando aclaraciones sobre lo sucedido.
El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) emitió el certificado de defunción del menor, que indica que la causa de la muerte fue anoxia cerebral, contusión y hemorragia cerebral, y traumatismo craneoencefálico contuso severo. Estos hallazgos indican que el niño sufrió lesiones importantes que comprometieron gravemente su salud.
El cuerpo de Carlos Daniel presentaba diversas señales físicas de posible maltrato. Según los informes disponibles, tenía un yeso en uno de los brazos debido a una fractura, un bulto visible en la frente, hematomas en las piernas y quemaduras en la parte posterior de los nudillos. Estas señales generaron preocupación entre los vecinos del barrio, quienes expresaron su indignación y tristeza por el incidente. Carlos Daniel residía en la zona de La Cuaba, en el municipio de Pedro Brand. Su muerte causó consternación entre quienes lo conocieron, quienes exigieron una investigación exhaustiva sobre lo ocurrido mientras se encontraba al cuidado de su madrastra, Eliza Valdez.
Hasta el momento, las autoridades no han proporcionado información detallada sobre posibles arrestos, cargos ni medidas tomadas en este caso. La investigación continúa y aún no se han determinado las circunstancias exactas que llevaron a la muerte del niño.
Vecinos y familiares han enfatizado la importancia de que se haga justicia. La comunidad ha expresado su preocupación por la situación y ha exigido acciones legales contundentes si se demuestra la responsabilidad. Mientras tanto, el proceso judicial continúa bajo la supervisión de las instituciones pertinentes.
El caso de Carlos Daniel continúa bajo estrecha vigilancia y ha reavivado el debate sobre la protección infantil, especialmente en contextos con antecedentes de abuso o negligencia.
