Santo Domingo.- «Yo no le pegué a mi madre; es la mujer que más quiero», declaró entre lágrimas un joven, acusado por su propia familia de maltrato físico y verbal. Vecinos y autoridades presenciaron una escena llena de tensión y contradicciones.
Según el testimonio de Lidia Paulina Reyes, de 82 años, quien afirma ser su abuela y madre adoptiva, el joven entró violentamente en su casa, derribando puertas y robando cosas sin permiso: «Me dejó descalza, incluso se llevó las galletas del cruce», relató visiblemente alterada.
La denuncia fue presentada directamente por ella: «Lo quiero en la cárcel; me maltrata todos los días».
Por su parte, el acusado insiste en que nunca agredió a su abuela y que la ama profundamente. Reconoce que está pasando por una situación difícil con el resto de su familia, a quienes acusa de influir en la mujer: «Mi familia está enferma, abusan de ella».
Afirma que su madre biológica, quien vivía en el extranjero, también está siendo manipulada para hacerle daño.
Un joven responde a la denuncia de su madre, que lo acusa directamente.
Al ser interrogado sobre su comportamiento, negó cualquier tipo de violencia: «No la maltrato; voy a su casa a pedirle su número de teléfono para que mi madre me llame».
Sin embargo, las autoridades enfatizan que la denuncia y los testimonios de los vecinos son consistentes con un comportamiento agresivo reiterado.
Lidia Paulina declaró que crio al joven desde que era un bebé, después de que su madre tuviera que emigrar. «Lo he criado desde que nació, pero ya no puedo con él», confesó. El caso ahora está en manos de las autoridades correspondientes, quienes deberán determinar si existen pruebas suficientes para formular cargos contra el joven, cuya identidad se ha revelado como Edwin Hidalgo Paulino.