Santo Domingo. – Un préstamo inesperado y un silencio prolongado han desatado un conflicto social y financiero que actualmente afecta a un establecimiento de juego de la ciudad. Según testigos y funcionarios del establecimiento, una joven empleada bancaria dejó a una compañera a cargo de su puesto en un banco Loteka para ir a la universidad. La sustituta, identificada como Yesenia, presuntamente aprovechó la oportunidad para trabajar en la terminal y acumuló una deuda de 85,000 pesos dominicanos. Posteriormente, la presunta agresora no regresó al local ni respondió a las llamadas de los supervisores.
Fuentes del establecimiento indicaron que la situación se detectó durante el día, cuando el jefe de equipo notó las pérdidas y alertó al supervisor. «La dejaron a cargo de prestar un servicio porque la otra chica estaba en la universidad. «Se arriesgó demasiado y ahora tenemos una cuenta impaga de 85,000 pesos», explicó un empleado, quien solicitó la confidencialidad de su información personal.
Yesenia: La que dejó la deuda
Debido a la ausencia del dueño del puesto, la gerencia de la tienda activó protocolos internos: se realizó un inventario, se bloquearon las transacciones pendientes y se agotaron todos los canales de comunicación con el empleado a cargo. Ante la falta de respuesta, los gerentes de la tienda comenzaron a explorar soluciones para mitigar el impacto financiero, incluyendo proponer un acuerdo de pago a plazos con el banco y solicitar contribuciones inmediatas para cubrir parte del monto.
Durante conversaciones entre los empleados y sus familiares que visitaron la tienda, se propuso recaudar sumas parciales —entre RD$15,000 y RD$40,000— como primer paso para formalizar un plan de pago. Reconocieron que el monto final y el plazo dependerían del acuerdo de la gerencia del banco y de la disponibilidad de la persona. Preocupados. «Nos pidieron recaudar 20,000 pesos para iniciar acciones y evitar que el problema se agrave, pero todo está por determinar», dijo un colaborador cercano presente en la tienda.
La gerencia del establecimiento declaró que prefería resolver el incidente por la vía administrativa, buscando recuperar los fondos y preservar los empleos de los involucrados antes de emprender acciones legales. Sin embargo, no descartó seguir el asunto de acuerdo con la normativa laboral y mercantil vigente en ausencia de un acuerdo.
Los residentes locales y los clientes de la casa de apuestas expresaron su preocupación por la situación, y algunos pidieron una mayor supervisión del manejo de efectivo y las apuestas. Al mismo tiempo, el caso generó debate sobre la necesidad de supervisar y capacitar a los empleados en puestos temporales en negocios de alto volumen.
Al cierre de esta edición, la gerencia del establecimiento seguía contactando a la empleada ausente para solicitar su comparecencia y aclarar su situación. Al mismo tiempo, la gerencia y la empleada restante buscan formalizar un plan de pago que permita al establecimiento reanudar sus operaciones con normalidad y concluir la investigación interna.
