Santo Domingo Este. — El caso del menor conocido como “Ángel el Diablón”, señalado como presunto cabecilla de una banda delictiva en Villa Faro, tomó un nuevo giro este viernes tras confirmarse que las autoridades apresaron a cuatro integrantes del grupo, luego de que la noticia se hiciera viral en redes sociales y medios nacionales.
La acción policial se produjo pocas horas después de que el padre del adolescente de 13 años decidiera entregarlo voluntariamente a la Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM) en el destacamento de La Felicidad, dando seguimiento a las denuncias realizadas por el periodista Ramón Tolentino, quien había revelado el caso a través de su programa y plataformas digitales.
En un video difundido por el comunicador, se aprecia el momento en que el progenitor lleva al menor ante los agentes del DICRIM, mientras un oficial recibe al joven. Tolentino acompañó las imágenes con un mensaje dirigido al mayor Cabral, encargado del departamento en dicho destacamento, en el que criticó la falta de acción frente a la creciente delincuencia en la zona.
“Cabral, con el mayor respeto que se merece, la delincuencia tiene arropado Villa Faro. Llevarle a usted una banda a su despacho y no saber de eso dice mucho. Combatir la criminalidad trancado en oficina es difícil. Los moradores de Villa Faro están al grito y se les debe dar una mano amiga”, expresó el periodista.
Tras la viralización del caso, las autoridades desplegaron un operativo en Villa Faro que culminó con el arresto de cuatro presuntos miembros de la banda, quienes —según los informes preliminares— habrían participado en varios robos y asaltos cometidos en el sector.
Tanto el menor conocido como “El Diablón” como los demás detenidos permanecen bajo custodia del DICRIM, mientras el Ministerio Público amplía las investigaciones. Se espera que en las próximas horas se ofrezcan detalles oficiales sobre las medidas a tomar, especialmente en el caso del adolescente, quien está protegido por la Ley 136-03 sobre los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
El caso ha generado un amplio debate en la opinión pública, reavivando la preocupación sobre el creciente involucramiento de menores en actividades delictivas y la responsabilidad de las autoridades y las familias frente al auge de la delincuencia juvenil en distintos barrios del Gran Santo Domingo.
