Un tribunal español ha ordenado la reapertura del juicio contra Ana Julia Quezada, la dominicana condenada por el asesinato de Gabriel Cruz, después de que la madre del niño, Patricia Ramírez, denunciara haber recibido amenazas en prisión.
Aunque el juicio fue inicialmente sobreseído, el tribunal decidió reanudarlo tras el testimonio de un testigo clave que se reunió con Quezada en la prisión de Brieva, ubicada en la provincia de Ávila. Este testigo aportó nuevas pruebas que sugieren un posible patrón de intimidación perpetrado desde dentro de la prisión.
El juez de instrucción ha solicitado nuevas declaraciones a Ana Julia Quezada y a otras personas que pudieran haber presenciado o tenido conocimiento de las amenazas. La fecha exacta de estas audiencias aún no se ha fijado, pero el caso ha vuelto a atraer la atención pública y mediática.
Patricia Ramírez, madre de Gabriel Cruz, insistió en que no cejará en su búsqueda de justicia y expresó su preocupación por los riesgos emocionales y psicológicos que suponen las amenazas proferidas por el asesino de su hijo. Ramírez fue categórica en sus declaraciones, afirmando que el sistema judicial debe proteger a las víctimas más allá del veredicto inicial.
Ana Julia Quezada fue condenada a cadena perpetua, sujeta a revisión, en 2019 tras ser declarada culpable del asesinato de Gabriel, un caso que conmocionó a España y a la comunidad internacional. El menor desapareció en febrero de 2018 y su cuerpo fue encontrado días después en el maletero del vehículo que conducía Quezada.
Este nuevo capítulo del caso reabre el debate sobre el seguimiento de las personas condenadas por delitos graves y la eficacia del sistema penitenciario para prevenir la revictimización de sus seres queridos. Las autoridades judiciales han asegurado que actuarán con diligencia en esta nueva fase de la investigación.
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