México. — Denisse Reyes, una influencer de 27 años originaria de Tampico, Tamaulipas, murió tras sufrir un paro cardiaco tras una liposucción realizada el 26 de enero en la Clínica Santa Rosa, un centro médico sin autorización sanitaria dirigido por el doctor Orlando Gamboa Campuzano.
Este caso se suma a la muerte de otra paciente en diciembre de 2024 en el mismo centro, lo que revela un patrón de negligencia.
Denisse, conocida en redes sociales por compartir su estilo de vida y rutinas de belleza, sufrió graves complicaciones horas después de la operación.
Sus familiares dijeron que vomitó repetidamente y se desplomó antes de ser trasladada de urgencia al hospital, donde murió.
La Secretaría de Salud de Chiapas confirmó que la clínica no contaba con permisos válidos para realizar procedimientos cosméticos. “Estaban operando ilegalmente, poniendo vidas en riesgo”, dijo un portavoz del gobierno.
En diciembre de 2024, otra mujer murió en la clínica Santa Rosa tras una liposucción mal realizada. A pesar de las denuncias, el centro siguió funcionando sin supervisión, según los registros judiciales.
El doctor Gamboa Campuzano es acusado de ejercicio ilegal de la medicina y homicidio culposo. Las autoridades allanaron la clínica y clausuraron definitivamente el edificio.
Los seguidores de Denisse inundaron las redes sociales con el hashtag #JusticiaParaDenisse, exigiendo sanciones ejemplares y mayor control en las clínicas estéticas.
“Era una luz para todos; su muerte no debe quedar impune”, escribió un fan.
Según la OMS, México ocupa el tercer lugar en América Latina en cirugía estética no regulada. Tan solo en 2024, 14 muertes estuvieron vinculadas a procedimientos en centros clandestinos.
Consulta las licencias de clínicas y médicos en plataformas oficiales.
Evita ofertas “de bajo costo” para procedimientos de alto riesgo.
Denuncia establecimientos sospechosos al 911.
La muerte de Denisse Reyes no es un caso aislado: es un llamado urgente a regular una industria donde la belleza no puede costar vidas.