Rickey Henderson, considerado uno de los mejores beisbolistas de todos los tiempos, falleció en las últimas horas. El legendario miembro del Salón de la Fama de la MLB ha sido reconocido como el líder de todos los tiempos en bases robadas, con un récord de 1,406 bases robadas que permanecen intactos.
Henderson, que jugó 25 años en las grandes ligas, fue 10 veces All-Star y ganó el premio al Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga Americana en 1990. A lo largo de su carrera, jugó en nueve equipos, distinguiéndose notablemente con el Oakland Atléticos, donde estuvo 14 temporadas en diferentes periodos.
También brilló en Nueva York, jugando cinco años con los Yankees (1985-1989) y dos años con los Mets (1999-2000). Sus excepcionales habilidades en el campo y su carisma lo han convertido en un ícono deportivo.
El ex compañero de equipo de los Yankees, Dave Winfield, compartió un emotivo mensaje en las redes sociales el sábado: “Todavía no puedo creer que perdí a uno de mis compañeros de equipo favoritos y gran amigo, Rickey Henderson. Que descanse en paz. »
La noticia de su fallecimiento deja un vacío en el mundo del béisbol, pero su legado como uno de los mejores jugadores de la historia vivirá para siempre.
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