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Erik Prince, aliado de Trump

3 de junio de 2025

Yosper, Puerto Príncipe, Haití – Una nueva fase de la crisis haitiana surgió discretamente a finales del año pasado: el gobierno local, abrumado por el avance implacable de las pandillas, firmó un acuerdo con Erik Prince, fundador de la controvertida empresa militar Blackwater, para desplegar mercenarios privados en su territorio.

El empresario estadounidense, conocido por sus operaciones militares encubiertas y por haber sido aliado del presidente Donald Trump, planea enviar hasta 150 agentes armados este verano, según el New York Times, además del arsenal ya desplegado en el país caribeño.

Desde marzo, drones controlados por el equipo de Prince han estado sobrevolando zonas clave de la capital haitiana en un intento de localizar a líderes criminales, aunque hasta la fecha no se han confirmado resultados concretos.

La operación, rodeada de secretismo, está financiada exclusivamente por el gobierno haitiano y no cuenta con la aprobación oficial de Estados Unidos.

Erik Prince, exoficial militar de élite nacido en Michigan, ha tenido una carrera marcada por la controversia, especialmente por su participación en la guerra de Irak, donde su empresa fue acusada de graves violaciones de derechos humanos.

Blackwater es la mayor contratista militar privada del mundo.
En 2007, la reputación de Blackwater se vio empañada tras la masacre de 17 civiles en Bagdad, un suceso que le costó contratos multimillonarios y la prohibición de operar en zonas de conflicto.

A pesar de su pasado, Prince ha mantenido su influencia y poderosas conexiones, incluyendo una estrecha relación con Donald Trump, a cuya campaña donó 250.000 dólares y cuyo gobierno indultó a cuatro exguardias de seguridad de su empresa. Su hermana, Betsy DeVos, fue Secretaria de Educación durante ese mismo gobierno.

Su presencia se ha extendido ahora a Latinoamérica. En Ecuador, participó en acciones contra el narcotráfico y la pesca ilegal. También participó en campañas digitales contra el gobierno venezolano y mantuvo reuniones en Washington sobre deportaciones masivas de migrantes, con la idea de organizar centros de detención en terceros países.

Uno de los contactos de Prince en este nuevo capítulo haitiano es Rod Joseph, un veterano haitiano-estadounidense que fue invitado a colaborar en la operación, pero rechazó la oferta tras señalar la falta de supervisión y claridad legal. «No hay nadie a quien rendir cuentas. Si algo sale mal, no hay nadie a quien rendir cuentas», declaró Joseph al Times.

El plan contempla el uso de helicópteros de combate y personal militar salvadoreño, aunque no se ha confirmado que se hayan obtenido las autorizaciones necesarias del Departamento de Estado para dichas operaciones en el extranjero.

La presencia de fuerzas privadas genera preocupación en un país marcado por un trauma reciente. Tras el asesinato de Jovenel Moïse en 2021, perpetrado por un grupo de mercenarios colombianos, el tema de la seguridad exterior sigue siendo extremadamente sensible para la población y la comunidad internacional.