Erika Yanira Morales, una joven de 20 años que quedó cuadripléjica tras ser golpeada en la cabeza con una botella durante una pelea en una discoteca en Colombia, falleció por complicaciones de salud, según confirmó su hermana Tatiana Morales en sus redes sociales.
“Mi ángel hermoso y adorable, te amo hermana de mi vida, nunca te olvidaré. Y lucharé para que estos asesinos paguen por todo el daño que te hicieron, mi amor”, escribió Tatiana en un emotivo mensaje en el que aclaró que su hermana no murió por eutanasia, sino por “complicaciones de salud”.
La joven permaneció inconsciente en una unidad de cuidados intensivos (UCI) durante más de un año tras el violento ataque que sufrió.
Cuando finalmente “volvió a la vida”, se enfrentó a una terrible realidad: había perdido toda movilidad debido a un derrame cerebral con múltiples secuelas graves, según explicaron los médicos a la familia.
“El mismo especialista nos dijo que no se iba a recuperar”, dijo Tatiana a medios locales en febrero de 2025, cuando se hizo público el caso.
La condición de Erika era irreversible, lo que la llevó a solicitar la eutanasia como única salida a su sufrimiento.
Erika se comunicaba con los ojos a través de una tableta con el alfabeto, y así expresó su deseo de morir dignamente. Así lo explicó su hermana en su momento:
Él nos pidió que pidiéramos que le practicaran la eutanasia porque ya no aguantaba más el dolor. Es muy duro porque la vemos sufrir.
Aunque la eutanasia es legal en Colombia desde 1997, cuando fue despenalizada por la Corte Constitucional, la petición de Erika fue rechazada por las Entidades Promotoras de Salud (EPS), según medios locales.
“Solo quiero descansar”, fue una de las últimas peticiones de Erika, pero finalmente murió por complicaciones derivadas de su condición, no por la eutanasia que había solicitado.
La familia de Erika ahora exige justicia. “Ahora más que nunca seguiré luchando sin descanso por la justicia que exigimos y por todo el daño causado. No me cansaré hasta ver presos cumpliendo cadena perpetua por quienes mataron a mi hermana en vida y son los causantes de todo esto”, expresó Tatiana en sus redes sociales.
Este caso ha conmocionado a la opinión pública colombiana, especialmente en la región Andina, donde familiares y amigos piden que “estos hechos no queden impunes”. La hermana de Erika ha pedido que su voz llegue al presidente de Colombia, Gustavo Petro, para que se haga justicia en este trágico caso.
