El descarrilamiento a gran velocidad de un autobús que arrastró a seis vehículos y dos motocicletas el miércoles en la avenida Manolo Tavarez Justo de Puerto Plata ha conmocionado profundamente a la comunidad. A las 6:50 a.m., el trágico accidente cobró la vida del maestro Melvin Ramón Pichardo Domínguez y su hija, Emely Nicol Pichardo Clase, quienes viajaban en una yipeta convertida en chatarra.
Este incidente no solo ha dejado un vacío irreparable en sus familias, sino que también ha llenado de luto y dolor a toda la sociedad puertoplatense.
La joven Karina Jiménez Castillo compartió su experiencia en Instagram y expresó su angustia por haber estado tan cerca del desastre. Su mensaje refleja el miedo y la preocupación que sienten muchas personas tras presenciar un hecho tan devastador.
Comentó: “Tenía mucha rabia porque llegué tarde y luego al presenciar este trágico accidente entré en un estado de pánico y shock, porque entendí que si hubiera salido unos minutos antes, podría haber sido una de las víctimas, definitivamente Dios me protegió”.
Este tipo de reflexiones son comunes entre quienes han vivido situaciones similares, poniendo de manifiesto lo frágil e incierta que puede ser la vida.
Asimismo, hizo un llamamiento urgente a las autoridades para que aborden esta problemática: “Me gustaría que me ayudaran a hacer un llamamiento a las autoridades para que detengan esto de una vez por todas, para que estas víctimas fatales no queden impunes”.
Su clamor es claro; todos quieren ver cambios significativos para evitar futuras tragedias. La comunidad está cansada de vivir con el temor constante de ser víctima de otra muerte similar. Es fundamental escuchar estas voces y actuar con responsabilidad para garantizar la seguridad vial en nuestra ciudad.
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