Carolina Vargas Ureña, madre de Roldany Calderón, de 3 años y desaparecido desde hace una semana, fue liberada tras ser detenida por las autoridades con fines de investigación. Sin embargo, su estado físico ha generado nuevas interrogantes tras presentar varios rasguños en las muñecas, presuntamente causados por las cadenas que portaba durante su detención.
Aunque la Policía Nacional insiste en que no se trató de una detención formal, sino de una restricción temporal durante los allanamientos en Jarabacoa, las marcas en su cuerpo plantean interrogantes sobre el procedimiento. Imágenes de Vargas Ureña con una lesión en la muñeca han circulado en redes sociales, lo que ha incrementado la demanda pública de explicaciones claras a las autoridades.
¿Por qué la esposaron si no hubo arresto? Esta es la pregunta que se hacen muchas personas, incluyendo familiares y defensores de derechos humanos, que exigen que la Policía Nacional aclare si el uso de la fuerza estuvo justificado y según qué protocolos actuó. Hasta el momento, la institución solo ha reiterado que su intervención formó parte de la investigación ordenada por el Ministerio Público.
Mientras tanto, el destino del niño Roldany sigue siendo desconocido, lo que mantiene a la comunidad en vilo. Las autoridades aseguran que la investigación continúa, pero la falta de avances concretos ha aumentado la frustración de quienes esperan respuestas.
Las organizaciones sociales han expresado su preocupación por el trato que recibió la madre del niño, enfatizando que más allá de la investigación, debe garantizarse el respeto a los derechos humanos de todos los involucrados.
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