Un niño de dos años se encuentra desaparecido desde la tarde del sábado en la comunidad de Cañada Grande, ubicada en el municipio de San Francisco de Vicentillo, provincia de El Seibo.
Esta situación ha dado lugar a un intenso operativo de búsqueda, que continúa por segundo día consecutivo, con la participación de varias agencias.
Según su madre, el niño se encontraba en el porche de la casa cuando desapareció. «Estaba parado en el porche. Entonces llegué y le dije: ‘¡Duérmete!’, porque así es en mi casa.
Cuando llora, lo lavo, le doy el biberón y le digo: ‘Mira, acuéstate’, y se duerme. Se sube a la cama o se acuesta en el suelo con el biberón y se duerme», explicó la madre, describiendo la vida cotidiana del niño.
Desde la mañana del domingo, las autoridades han intensificado la búsqueda. Bomberos, Defensa Civil, la Policía Nacional y decenas de miembros de la comunidad se desplegaron en las zonas boscosas, barrancos y zonas montañosas cercanas a donde fue visto por última vez.
Al final del domingo, no se habían reportado descubrimientos significativos ni pistas concretas sobre el paradero del niño.
Los equipos de rescate trabajan de forma coordinada y esperan encontrar al niño, llamado Isaías, lo antes posible. La comunidad se ha mantenido vigilante y varios residentes se han unido al esfuerzo voluntario, cubriendo zonas de difícil acceso.
El operativo continúa y se expande con cada hora que pasa.
Ante la falta de resultados inmediatos, la madre del niño ha hecho un llamado urgente a las autoridades para que intensifiquen el operativo. «Les pido que nos ayuden con todo lo que puedan: drones, helicópteros, lo que sea necesario».
«Mi hijo no puede haber desaparecido así», dijo, visiblemente consternada, solicitando apoyo técnico y logístico adicional para reforzar los esfuerzos locales.
Las autoridades instaron a la ciudadanía a colaborar en la recopilación de cualquier información útil que pueda conducir a la localización del menor.
La ayuda de todos los ciudadanos es esencial para agilizar el proceso de localización. Se mantiene una línea de comunicación para que cualquier información relevante pueda transmitirse de forma directa y rápida.
El niño, hijo de Vanesa, residente de Punta Cana, había llegado ese mismo sábado con sus hermanos a visitar a un familiar conocido como «La Mella».
Fue precisamente durante esta visita, mientras se encontraba en el porche de la casa, que desapareció sin que nadie se diera cuenta de inmediato. La búsqueda continúa, con la esperanza de obtener resultados positivos en El Seibo.