Un sistema tropical monitoreado en el Océano Atlántico ha aumentado su probabilidad de desarrollo al 70% en los próximos siete días y mantiene un 10% de probabilidad de convertirse en ciclón tropical en las próximas 48 horas, según los informes más recientes.
El fenómeno está siendo monitoreado conjuntamente por el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE. UU. y el Instituto Dominicano de Meteorología (Indomet).
Este monitoreo se realiza en un momento clave, ya que la temporada de huracanes de 2025 alcanza su pico de actividad en septiembre.
Según el informe publicado este domingo por el NHC, se trata de una onda tropical ubicada en el Atlántico tropical oriental.
Actualmente, esta onda genera una amplia franja de lluvia y tormentas eléctricas que aún no ha alcanzado una organización definida. Esta situación mantiene a las agencias de monitoreo en alerta constante.
El informe también indica: «Si bien se espera que el aire seco y estable limite el desarrollo en los próximos días, se espera un desarrollo gradual a partir de entonces», refiriéndose a la evolución del sistema atmosférico.
Esta declaración refleja la cautela expresada por los expertos respecto al comportamiento dinámico de estas perturbaciones tropicales.
El Centro Nacional de Huracanes añadió que existe una alta probabilidad de formación de una depresión tropical entre mediados y finales de la semana.
Este desarrollo ocurriría a medida que el sistema continúe su movimiento hacia el oeste-noroeste, a una velocidad aproximada de 16 a 24 kilómetros por hora sobre el Atlántico tropical central.
Las autoridades meteorológicas de Estados Unidos y República Dominicana reiteraron su compromiso de continuar monitoreando el desarrollo del fenómeno.
El monitoreo es prioritario, ya que la temporada de huracanes del Atlántico suele registrar la mayor actividad de formación de ciclones tropicales durante los meses de agosto, septiembre y octubre.
Históricamente, agosto y septiembre se consideran los meses de mayor riesgo, ya que han sido escenario de huracanes intensos que ya han impactado a República Dominicana.
Este contexto requiere una atención constante al desarrollo de sistemas y un seguimiento minucioso de los informes oficiales publicados por las instituciones meteorológicas pertinentes.

