Nueva York, EE. UU. — El actor Peter Greene, reconocido por sus intensos papeles en algunas de las películas más emblemáticas de los años noventa, fue hallado sin signos vitales en su apartamento de Manhattan, informaron autoridades locales.
Agentes policiales indicaron que Greene, de 60 años, fue encontrado inconsciente el viernes, momento en el que técnicos de emergencia confirmaron su fallecimiento sin que se observaran indicios de situaciones irregulares en la escena.
Procedimiento oficial y primeros reportes
Las autoridades explicaron que, al no detectar elementos que sugirieran circunstancias sospechosas, el caso continúa bajo los protocolos estándar mientras se completa la revisión correspondiente.
Su exrepresentante, Gregg Edwards, confirmó la información al diario New York Post y recordó la larga relación profesional que mantuvo con el actor, destacando su disciplina y compromiso artístico.
Evaluación forense en marcha
La policía señaló que será el examen forense el que determine la causa exacta del fallecimiento, un procedimiento habitual cuando no se identifica de inmediato el origen del desenlace.
La noticia ha reactivado el interés por la carrera de Greene, recordado por su presencia imponente en pantalla y por dar vida a villanos memorables de la década de los noventa.
Orígenes y formación
Nacido en octubre de 1965 en Montclair, New Jersey, Greene inició su trayectoria artística en el teatro independiente de Nueva York a los 25 años.
Aquella etapa, marcada por producciones de bajo presupuesto, fue la plataforma que lo condujo posteriormente al cine, donde desarrolló un estilo interpretativo cargado de intensidad y matices sombríos.
Carrera cinematográfica
Durante más de tres décadas, Greene participó en más de cuarenta producciones de cine y televisión.
Colaboró con reconocidos directores como Oliver Stone y Guy Ritchie, alternando papeles en el circuito independiente con apariciones en proyectos de mayor difusión.
Papeles icónicos
Su reconocimiento internacional se consolidó a mediados de los años noventa con interpretaciones que lo posicionaron como uno de los antagonistas más recordados de la época. Entre sus trabajos más destacados figuran:
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La Máscara (1994), como el villano Dorian Tyrell.
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Pulp Fiction (1994), interpretando a Zed, en la obra de Quentin Tarantino.
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The Usual Suspects (1995), reforzando su presencia como figura asociada a roles oscuros y complejos.
Críticos y seguidores resaltaron durante años su capacidad para encarnar personajes intensos, mientras registros oficiales indican que aún tenía proyectos en desarrollo.

