Caracas. En un acto significativo de desobediencia y solidaridad, un grupo de policías regionales en Venezuela ha decidido despojarse de sus uniformes y chalecos antibalas, manifestando su rechazo a la represión de su propio pueblo.
Entre lágrimas, estos oficiales han optado por no participar en la represión de las protestas y, en cambio, han mostrado su apoyo a los manifestantes que exigen la caída del presidente Nicolás Maduro.
Este acto de desobediencia y solidaridad refleja un profundo descontento dentro de las fuerzas de seguridad y añade una nueva dimensión a las crecientes demandas de cambio en el país.
La decisión de estos policías subraya la tensión existente entre los miembros de las fuerzas de seguridad y el gobierno, y resalta la presión interna y externa que enfrenta el régimen de Maduro en un momento de agitación política y social.
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