SANTO DOMINGO, RD.– El Ministerio Público presentó formalmente cargos contra José Miguel Marrero de Jesús, acusado de haber cometido actos de extrema crueldad y barbarie que provocaron la muerte de su vecino, Cristian Pérez García, en un hecho ocurrido en el sector San Gabriel, Carretera Sánchez, del Distrito Nacional.
Detalles del crimen: golpes, fuego y horror en plena vía pública
De acuerdo con el expediente acusatorio, Marrero de Jesús agredió brutalmente a Pérez García, golpeándolo con un palo y posteriormente rociándolo con una sustancia inflamable antes de prenderle fuego.
El ataque ocurrió en plena vía pública, ante la mirada atónita de varios vecinos. Testigos aseguran que, tras consumar el hecho, el agresor se dirigió a la vivienda de la esposa de la víctima, Rosario Batista Pérez, confirmando con sus palabras lo que había hecho.“Él lo había amenazado antes. Desde hace tiempo vivíamos con miedo”, declaró entre lágrimas la viuda ante los medios y las autoridades judiciales.
Antecedentes del conflicto y denuncia previa
La familia de Pérez García había denunciado a Marrero con anterioridad por un robo, proceso que culminó con un acuerdo que permitió su liberación posterior. Desde entonces, según la viuda, las amenazas y tensiones aumentaron, llegando incluso a realizar conexiones eléctricas irregulares cerca de su vivienda, lo que representaba un riesgo constante para la familia.
Cristian Pérez García, quien se desempeñaba como chofer del Instituto Tecnológico de las Américas (ITLA), era reconocido en su comunidad por su trabajo honesto y carácter tranquilo.
Informe forense y medida de coerción solicitada
El informe médico-legal del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) confirma que la víctima ingresó al hospital Ney Arias Lora con quemaduras de alto grado en rostro, cuello, tronco y extremidades, además de traumas contundentes ocasionados por golpes.
Pérez García falleció horas después debido a la gravedad de las lesiones.
El Ministerio Público solicitó prisión preventiva contra Marrero de Jesús como medida de coerción, alegando que existen suficientes elementos probatorios y que la gravedad del delito amerita su mantenimiento bajo custodia mientras avanzan las investigaciones.
Indignación comunitaria y llamado a prevenir conflictos vecinales
El crimen ha generado indignación generalizada entre los residentes del sector San Gabriel, quienes exigen celeridad en el proceso judicial y protección para la familia afectada.
Organizaciones comunitarias y grupos vecinales han pedido a las autoridades fortalecer los mecanismos de atención temprana a conflictos entre vecinos, a fin de evitar tragedias como esta, especialmente cuando existen antecedentes de denuncias o amenazas previas.
Reflexión social y llamado a la acción
Este caso vuelve a poner sobre la mesa la urgencia de mejorar los protocolos de respuesta ante denuncias domésticas y vecinales, así como de garantizar seguimiento efectivo a los acuerdos judiciales y libertades condicionales.
Cuando una advertencia ignorada termina en tragedia, el sistema completo —legal, social y comunitario— debe responder con firmeza para que la justicia no llegue demasiado tarde.
