Skip to content

Javier Acosta y la lucha contra la enfermedad.

31 de agosto de 2024

Javier Acosta, un bogotano de 36 años, se convirtió en protagonista de una historia marcada por la lucha y la dignidad al optar por la eutanasia luego de una larga batalla contra una serie de complicaciones médicas. La vida de Javier cambió radicalmente hace nueve años, cuando un accidente automovilístico lo dejó en silla de ruedas. Sin embargo, su calvario no terminó allí. Poco después, contrajo una bacteria en una piscina, lo que desencadenó una grave infección ósea llamada osteomielitis, que derivó en un cáncer de sangre.

A pesar de los esfuerzos médicos durante cinco largos años, los tratamientos no lograron detener el avance de la enfermedad. La infección, que inicialmente afectó sus huesos, se extendió a su cabeza, empeorando aún más su condición. La realidad de una vida encerrado en un hospital, sumada al constante deterioro de su cuerpo, llevaron a Javier a tomar la difícil decisión de someterse a la eutanasia, un derecho legal en Colombia para las personas que padecen enfermedades terminales o incurables.

Consciente del impacto de su decisión, Javier compartió que su hija de 12 años fue una de las principales motivaciones para su elección. Lejos de eludir sus responsabilidades, Javier pensó en el futuro de su hija y en cómo su sufrimiento podría afectar su desarrollo y bienestar. “Cuando imaginé mi vida sin piernas, acostado en la cama, con antibióticos, viendo a mi hija cuidarme y perdiendo la oportunidad de tener una infancia y una juventud, dije ‘sí quiero’”, contó Javier, reafirmando su deseo de proteger a su familia del peso de su enfermedad.

Javier Acosta era un fanático del fútbol y un fiel seguidor del equipo Millonarios. Su historia conmovió incluso a figuras del deporte como Radamel Falcao, quien lo contactó antes de su muerte prometiéndole dedicar su próximo gol al equipo que tanto amaba. Unas horas antes de su muerte, un grupo de hinchas de Millonarios se reunió frente a la clínica donde se encontraba internado, para tratar de persuadirlo de que no llevara a cabo su decisión final. A pesar de las súplicas, Javier se mantuvo firme, sabiendo que estaba eligiendo lo mejor para él y su familia.

El viernes pasado, Javier Acosta dejó este mundo con la tranquilidad de haber tomado las riendas de su destino en medio de un camino lleno de obstáculos y dolor, demostrando que la dignidad y el amor a sus seres queridos guiaron cada una de sus decisiones.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Javier Acosta (@javi.acostapk)