Skip to content

La joven Yeira Encarnación Correa, de 16 años

16 de enero de 2025

Yeira Encarnación Correa, de 16 años, dejó este mundo en circunstancias violentas, pocas horas después de escapar de su madre, Mildred Correa, a quien le había dicho que iba a una tienda de abarrotes, pero terminó en la casa de una amiga en el balneario de Anamuya, en Higüey.

El hecho, ocurrido hace diez meses, adquirió nuevas dimensiones, luego de que la madre de la fallecida arrojara los huesos frente al Palacio de Justicia de Higüey, tras sacarla de la tumba en el cementerio de Matachalupe, donde fue enterrada, indignada por la inacción de la justicia.

A pesar de las denuncias, en medio del dolor de la madre de Yeira, los tribunales no le hicieron caso, ni aceptaron su denuncia, y los detenidos por este caso en esa ocasión fueron posteriormente liberados. La Fiscalía, que le decomisó el teléfono y parte de los huesos, asegura que la muerte de Yeira se debió a «asfixia por inmersión».

Las fotografías de la menor muestran hinchazón y sangre en la nariz, mientras el abogado penalista, Román Alexis Román Ortega, prepara la estrategia para proceder con el caso.

La madre asegura que los individuos que habían salido con su hija y varias amigas al complejo hotelero de Anamuya, organizaron una orgía con las menores y cuando estas se negaron a tener relaciones sexuales, la maltrataron, la violaron y luego la arrojaron al río.

La madre dice que los amigos que la tendieron la trampa y la acompañaron saben lo que pasó y que ella nunca los vio; sin embargo, si los interroga, todos saben lo que pasó y es el testimonio el que revela la verdad.

La menor cursaba octavo grado en la Prepara y acompañaba a su madre a vender ropa nueva y balones en una tienda cercana al sector de Juan Pablo Duarte, aquí.

La menor tenía pendiente en los juzgados un caso de acoso contra un hombre que la había agredido cuando tenía 9 años. Este individuo se encuentra en rebeldía, con otros dos casos similares.

Mildred está devastada y admite que no hizo lo correcto al profanar la tumba de su hija. Ella no ha encontrado otra solución, cegada por la falta de atención, seguimiento y justicia por lo ocurrido con su hija. Denuncia que los representantes del Ministerio Público la ignoraron, no le hicieron caso y la trataron como si estuviera “loca”.

La Defensoría del Pueblo se interesó por el caso, que atrajo la atención de Show del Mediodía y Tolentino, además de la viralidad que hizo en las redes, por lo que su representante realizó una visita a la ciudad para indagar sobre el caso.

La página web de Roberto Cavada publicó un video sobre el caso, llamando la atención sobre la necesidad de justicia para los criminales de Yeira, cuyos hermanos eran César David, de 8 años, y Mical, de 3 años.

Mientras se investiga y se esclarece lo ocurrido, el dolor de Mildred, como madre devastada que espera justicia, se confronta con lo que revela el informe forense, los obstáculos y los elementos que el tiempo borra.

Yeira Encarnación, quien se suponía era asistente de vuelo, terminó en la morgue del Hospital General Nuestra Señora de la Altagracia (HGENSA) el 14 de marzo de 2024, luego de escapar de su madre.