Una nueva teoría surgió en el caso de la niña decapitada, impulsada por la comunicadora Nilda Alaniz, quien reveló que Ana Josefa García Cuello, madre de la víctima, tenía serios problemas con su expareja. Según Alaniz, la niña tenía mucho apego a su padre, lo que pudo haber sido un factor determinante en los trágicos hechos.
Alaniz sugiere que se investigue a fondo la conflictiva relación entre García Cuello y su expareja, porque no se excluye la posibilidad de que el atroz crimen haya sido un acto de venganza dirigido contra la madre, tomando como víctima a la hija.
Esta teoría generó un llamado a las autoridades a seguir investigando para esclarecer si este terrible acto pudo haber sido motivado por motivos de venganza personal, complicando aún más un caso que ya ha conmocionado a la sociedad.
Hasta ahora las autoridades han mantenido en secreto muchos detalles de la investigación, pero la presión pública y el interés por las declaraciones de Nilda Alaniz podrían acelerar la búsqueda de respuestas y conducir a un análisis más detallado de las relaciones y circunstancias que rodearon a Ana Josefa García Cuello en los meses previos. el asesinato de su hija.
La trágica muerte de la niña ha dejado una marca indeleble en la comunidad, y la posibilidad de que este crimen haya sido el resultado de una venganza personal sólo añade una dimensión de horror y desesperación. Mientras continúan las investigaciones, la sociedad espera con ansiedad que se haga justicia y que se revelen todos los elementos que llevaron a este trágico desenlace.
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