La muerte de Ismael Ureña Pérez, un joven prospecto de béisbol de 14 años, ha conmocionado a República Dominicana.
El joven, originario de Santo Domingo Este, murió luego de recibir presuntamente inyecciones de boldenona, un esteroide veterinario cuyo uso está prohibido en humanos.
Ismael ingresó a la academia de béisbol Yordy Cabrera, donde, según sus familiares, recibía inyecciones de manera regular. Unos días antes de su muerte, el joven presentó síntomas graves: fiebre alta, vómitos, dolor abdominal y cambios de conducta.
Los médicos confirmaron daños irreparables en el hígado y el cerebro del menor, atribuidos al consumo de sustancias ilegales. Los estudios realizados al menor arrojaron niveles críticos de amonio y ferritina en su sangre.
Murió el 25 de julio, luego de varios días en cuidados intensivos.
Los padres de Ismael denunciaron a Yordy Cabrera, quien asegura haberle suministrado únicamente vitaminas. Pero otros jóvenes de la academia también denuncian haber recibido inyecciones sin permiso de los padres.
La doctora Laura Anabel Pinedo, experta en dopaje, confirmó que la boldenona puede causar efectos secundarios graves, como insuficiencia hepática y trastornos hormonales.
Este caso vuelve a poner de relieve los riesgos asociados a las academias deportivas no reguladas.
La Fiscalía de Santo Domingo Este aceptó la denuncia de la familia tres meses después de la muerte de Ismael, tras múltiples obstáculos.
Las autoridades investigan posibles violaciones a la Ley de Salud y al Código Penal dominicanos.