LA ALTAGRACIA, RD.– El Tribunal de Atención Permanente del Distrito Judicial de La Altagracia impuso este miércoles tres meses de prisión preventiva contra Yoselin Ávila Carpio, acusada de rociar gasolina y prender fuego a su pareja, Ricardo Mejía, en un hecho ocurrido recientemente en el municipio de Higüey.
La medida fue dispuesta como coerción inicial mientras el Ministerio Público continúa las investigaciones de un caso que ha generado profunda indignación y conmoción social por la extrema crueldad de las agresiones descritas.
“Fue una tortura; ella sabía lo que hacía”, dice la familia
Durante las declaraciones a la prensa, Elvin Mejía, hermano de la víctima, expresó su frustración ante los alegatos de la defensa, que busca atribuirle a la acusada una condición de salud mental. “Los abogados quieren decir que la mujer está loca, pero esa mujer no está loca. Ella sabía lo que hizo. Cada vez que habla del tema se nota contenta, como si no tuviera remordimiento”, afirmó con indignación.
Elvin también exigió una condena ejemplar: “Lo mínimo que queremos es que le echen 15 o 20 años, por lo menos. Mi hermano está debatiéndose entre la vida y la muerte. Eso fue una tortura lo que ella le hizo.”
Detalles estremecedores del ataque
Otro familiar relató los momentos previos y posteriores al hecho, asegurando que la agresión fue planificada. Según su versión, la acusada primero mutiló al hombre, luego le arrojó aceite caliente y finalmente lo incendió con gasolina, provocándole heridas críticas que lo mantienen en estado delicado. “Ella lo torturó. Primero lo cortó, luego le echó aceite caliente y después lo prendió. Eso no fue una reacción del momento; eso fue planeado.”
Los familiares también pidieron que la Fiscalía investigue al hijo mayor de la acusada, sospechoso de haber participado en el hecho. “Creo que ahí participó su hijo mayor. Le pedimos a la fiscalía que lo investigue y emita una orden de arresto.”
Rechazo al argumento de “problemas psicológicos”
La hermana de la víctima, Glenny Mejía, agradeció el trabajo de los fiscales y del tribunal, pero enfatizó que no aceptan el argumento de la defensa sobre un supuesto trastorno mental de la agresora. “Esa señora no tiene problemas psicológicos. Ella planeó todo con calma. Mi hermano siempre vivía intimidado por ella, lo amenazaba con cuchillos. Queremos justicia verdadera, no excusas.”
Glenny calificó la medida de tres meses de prisión preventiva como un primer paso importante, pero insistió en que la pena final debe ser ejemplar: “Esa mujer merece 30 años de cárcel. Lo que hizo no tiene perdón.”
Una comunidad consternada y un llamado a la justicia
El caso ha conmocionado a la comunidad de Higüey, donde vecinos y familiares se mantienen atentos al proceso judicial.
Las autoridades confirmaron que la investigación continúa abierta para determinar si hubo otros cómplices en la agresión.
Organizaciones sociales y ciudadanos de la provincia han expresado su solidaridad con la familia de la víctima y han pedido que este caso siente un precedente en la lucha contra la violencia extrema dentro de las relaciones de pareja.
