Santo Domingo, R.D. — El artista urbano Toxic Crow se sumó este sábado a las crecientes reacciones públicas sobre el escándalo del caso SeNaSa, lanzando un mensaje contundente en el que cuestionó la forma en que la justicia dominicana actúa, según afirmó, influenciada por la apariencia y condición social de los ciudadanos.
El exponente urbano expresó su molestia al comparar cómo es percibido por su imagen —tatuajes visibles y estilo asociado al movimiento callejero— frente a figuras como el exdirector de SeNaSa, Santiago Hazim, acusado de supuestos manejos irregulares dentro de la institución.
“Por cómo me veo me juzgan, pero los de corbata roban más”
En su intervención pública, Toxic Crow planteó un ejemplo hipotético: aseguró que si él fuera el acusado de un caso similar, el trato judicial y mediático sería “mucho más severo” únicamente por su apariencia.
“A mí me ven tatuado y ya creen que soy delincuente, pero los de saco y corbata son los que de verdad roban al pueblo”, expresó el artista, visiblemente indignado.
Sus declaraciones generaron amplio debate en redes sociales y rápidamente se viralizaron entre seguidores y detractores.
Prejuicios y percepción social: un debate que resurge
El pronunciamiento del artista reabre una discusión recurrente en la sociedad dominicana: la influencia de la apariencia física en la percepción de inocencia o culpabilidad.
En un país donde persisten diferencias socioeconómicas marcadas y estigmas culturales arraigados, las palabras de Toxic Crow resonaron especialmente entre sectores populares que denuncian trato desigual ante la ley.
Llamado a la justicia equitativa
El intérprete también instó a la población a no dejarse llevar por estereotipos y a exigir una justicia que actúe sin discriminación, independientemente de la vestimenta, el nivel económico o la posición social del ciudadano.
“El que roba, roba, tenga tatuajes o no. Ya está bueno de relajo con el dinero del pueblo”, sentenció.
El caso SeNaSa continúa generando reacciones
El proceso judicial contra Santiago Hazim —quien enfrenta la solicitud de 18 meses de prisión preventiva y cuyo caso fue declarado complejo por el Ministerio Público— ha provocado una ola de denuncias, comentarios públicos y presión social por mayor transparencia.
La postura de Toxic Crow se suma a la lista de voces que exigen claridad y firmeza en el manejo de las acusaciones.
Artistas como portavoces del sentir popular
No es la primera vez que Toxic Crow, junto a otros artistas urbanos, asume una posición crítica en asuntos nacionales.
Su mensaje refuerza el rol que han asumido figuras del género urbano como voceros de sectores que buscan expresarse a través de plataformas digitales y musicales.
